Los Suplementos
QUE ES LA BETA ALANINA
Técnicamente la Beta Alanina es un aminoácido que impulsará la creación de la Carnosita y Anserina en los músculos, sustancia natural que neutraliza los iones de hidrógeno. Con ello el nivel de pH se estabiliza y retrasa la aparición de la fatiga, lo que te permite mantener el nivel de intensidad durante más tiempo. Reduce el estrés oxidativo, consiguiendo que el rendimiento sea mayor y acelerando la recuperación muscular. Previene la hiper acidez muscular, inhibiendo la producción de ácido láctico, aumentando así la capacidad de rendimiento. Induce una rápida liberación del calcio, mejorando la contracción muscular, y aumentando el tiempo y mejorando la calidad de entrenamiento.
LA L-CARNITINA PARA QUE SIRVE?
Nuestro organismo produce energía a partir de los hidratos de carbono, proteínas y grasas. Para utilizar energéticamente las grasas se necesita la presencia de L-Carnitina que transporta los ácidos grasos al interior de la mitocondria para que allí se transformen en la energía que se necesita. La mitocondria es el orgánulo de la célula donde tiene lugar la mayor formación de energía: es la verdadera “caldera” metabólica. La L-Carnitina se sintetiza en nuestro organismo a partir de dos aminoácidos esenciales y su producción estará regulada por la exigencia energética ligada al metabolismo aeróbico. Habitualmente los suplementos de L-Carnitina son usados por los deportistas de resistencia para mejorar su rendimiento, ya que cuanta más cantidad de L-Carnitina exista en los músculos, mayor cantidad de ácidos grasos podrán ser utilizados, lo cual producirá un ahorro de glucógeno que en deportistas resulta muy interesante, ya que de este modo, pueden afrontar intensidades de esfuerzo superiores durante un mayor espacio de tiempo. También, por su papel en el transporte de las grasas hacia la mitocondria para ser allí destruidas, los suplementos con L-Carnitina son consumidos por personas que quieren reducir su grasa corporal.
QUE ES LA GLUTAMINA Y PARA QUE SIRVE
La glutamina es un aminoácido no esencial que está implicado en el buen funcionamiento del sistema inmunológico y en los procesos de desintoxicación del organismo y la renovación celular y la síntesis de neurotransmisores. En circunstancias normales, la glutamina es un aminoácido indispensable para muchas e importantes funciones:
• Proporciona nitrógeno para sintetizar numerosas sustancias, entre ellas los ácidos nucleicos, imprescindibles para poder renovar las células de nuestros tejidos.
• Es la principal forma de eliminación del amoniaco, una sustancia muy tóxica que se forma en diferentes tejidos del organismo.
• Es indispensable para que el hígado y el riñón sinteticen glucosa.
• Es imprescindible para que nuestro sistema inmunológico funcione correctamente.
• Sirve de precursor para la fabricación de transmisores celulares.
• Aporta la energía necesaria para las células de crecimiento rápido (por ejemplo, las células de la sangre), para la normal renovación de las células de la mucosa intestinal, y para todas aquellas células que puedan tener una demanda de energía brusca, como las fibras musculares durante el esfuerzo físico. Pero es que además de estas funciones normales durante el reposo, cuando se practica ejercicio físico intenso y/o prolongado, la glutamina también es utilizada por el riñón para regular el aumento en la acidez que se produce por la utilización de los aminoácidos musculares para fabricar energía. Está demostrado que los deportistas que entrenan regularmente pueden tener niveles bajos de glutamina durante meses o años. Además, niveles adecuados de glutamina ayudan a recuperar antes los depósitos de glucógeno consumidos.
Por todo ello, una baja disponibilidad de glutamina en un momento dado puede comprometer todas estas funciones, con el consiguiente riesgo que ello supone, no sólo para la obtención de altos rendimientos deportivos sino, también para la salud
QUE SON LOS AMINOACIDOS DE LA CADENA RAMIFICADA
Los aminoácidos de cadena ramificada son aminoácidos esenciales, que el organismo necesita ingerirlos diariamente mediante la alimentación, ya que no los puede sintetizar.
Constituyen una inestimable ayuda ergogénica nutricional que ayuda a mantener los niveles de rendimiento deportivo de una forma completamente natural. La fórmula de este complemento contribuye a asegurar los niveles adecuados para que en nuestro cuerpo se sigan fabricando proteínas, componentes fundamentales del sistema muscular.
Además, si no se toman aminoácidos de cadena ramificada antes y/o durante el ejercicio prolongado, la utilización de éstos por los músculos para transformarlos en energía hace que el deportista pierda parte de sus propias proteínas. La síntesis de las proteínas perdidas por el propio músculo es un proceso más lento que la recuperación del glucógeno consumido con lo cual su recuperación será mucho más lenta.
Así pues, los aminoácidos esenciales son imprescindibles cuando se pretende obtener un desarrollo importante de fuerza y masa muscular o bien elevar el valor biológico de las proteínas de la dieta. Niveles bajos de estos aminoácidos en sangre están relacionados con la aparición de la llamada “fatiga central”, sobre todo en deportes de resistencia donde el ejercicio físico tiene una duración de más de una hora.
SUPLEMENTACIÓN CON CREATINA
¿Qué es la creatina?
La creatina es un compuesto nitrogenado derivado de los aminoácidos arginina, glicina y metionina. El organismo la obtiene de una forma endógena, sintetizándola en el hígado, en los riñones y en el páncreas, pero también la puede obtener de una forma exógena a través de una dieta rica en carne o pescado (en un kilo de carne hay aproximadamente 5 g de creatina). Una persona necesita aproximadamente 2 g de creatina diarios, de los cuales el 50% lo sintetiza el propio organismo y el 50% restante debe ser suministrado a través de la dieta.
Dentro del organismo la creatina se acumula en los músculos, donde llega por vía sanguínea, y de ahí, como veremos a continuación, pasa a su utilización para la producción de energía. ¿Qué es el fosfato de creatina? La creatina es una molécula similar a los aminoácidos, que unida a un fosfato (una molécula de ácido fosfórico) forma la fosfocreatina o fosfato de creatina (PCr). Ésta constituye un compuesto de alta energía, tanto para la contracción muscular como para la recuperación tras el esfuerzo. En el músculo humano, el 40% de la creatina se encuentra de forma aislada y el 60% restante como fosfato de creatina.
La creatina juega un importante papel en el proceso de obtención de energía para esfuerzos anaeróbicos alácticos (menos de 10″). En un esfuerzo intenso, las moléculas de ATP (adenosíntrifosfato) solo proporcionan energía para unos 3″, luego pierden uno de los tres fosfatos (ADP = adenosíndifosfato) y necesitan del PCr, mediante la ruptura del enlace entre la creatina y el fosfato, para formar de nuevo ATP y suministrar energía durante unos segundos más. Por lo tanto, la fosfocreatina es la responsable de la resíntesis de ATP a partir del ADP, por medio de una enzima que actúa como catalizador, la creatinkinasa (CK), y es la que proporciona la mayor parte de la energía requerida en esfuerzos de fuerza, de potencia y de sprint.
La fosfocreatina es el mecanismo más rápido para recuperar ATP hasta que comienza a intervenir el sistema anaeróbico láctico (se produce lactato) mediante la glucólisis anaeróbica (degradación de glucosa por vía anaeróbica), por lo que su importancia como productor de energía es para esfuerzos máximos o submáximos de hasta 10″.
Es muy importante, por tanto, que los músculos tengan buenas reservas de creatina en su interior si queremos que esto no sea un factor limitante en el rendimiento para esfuerzos de muy alta intensidad. Aunque a partir de 3″-5″, en un esfuerzo máximo o submáximo, se está produciendo energía simultáneamente a partir de la fosfocreatina y de la glucólisis anaeróbica, al principio la mayor parte del ATP es regenerado por el PCr, ya que su potencial es mucho mayor para esfuerzos tan cortos e intensos.
La glucólisis anaeróbica comienza a activarse poco a poco a partir de los 3″ aproximadamente y al cabo de 20-30″ de actividad máxima la fosfocreatina deja de intervenir. Los depósitos de creatina y fosfocreatina aportan toda la energía requerida por la musculatura hasta los 10″ aproximadamente, que es cuando comienzan a agotarse, y es partir de los 20-30″ cuando quedan prácticamente agotados.
Realmente, la energía que proporcionan los fosfatos de creatina para formar ATP solo sirve hasta que interviene claramente el sistema anaeróbico láctico. La consecuencia es que el rendimiento decrece debido a que los nuevos sistemas que entran en funcionamiento (glucólisis anaeróbica) no pueden producir ATP tan rápidamente, por lo que habrá que disminuir la intensidad del esfuerzo si queremos continuar.
La suplementación con creatina La cantidad disponible de fosfato de creatina es una de las limitaciones más importantes para el rendimiento en actividades muy cortas y de muy alta intensidad. El tomar suplementos de creatina surge de la idea de que si podemos disponer de mayor cantidad de fofocreatina intramuscular, podremos retrasar la disminución de la producción de ATP en los ejercicios de muy alta intensidad.
La creatina de que dispone nuestro organismo se va renovando continuamente. Por una parte está la que suministramos con la alimentación (carne y pescado) y por otra, la que el propio organismo sintetiza en los riñones a partir de los aminoácidos glicina, metionina y arginina.
Por lo tanto ¿es necesario o recomendable la toma de un suplemento extra? La investigación parece demostrar que esta suplementación puede aumentar la cantidad total de creatina intramuscular almacenada en los músculos hasta un 20%, favoreciendo con ello la formación de fosfocreatina. En este sentido se han realizado numerosos estudios corroborando esta idea. Harris y cols. (1992) comprobaron un aumento entre el 20 y el 50% de la cantidad de creatina en el músculo vasto externo, después de tan solo dos días suplementando con 20 g diarios (el aumento fue mayor cuando se acompañó de entrenamiento muscular submáximo).
Esto redunda en el rendimiento deportivo retrasando la fatiga en esfuerzos anaeróbicos máximos y submáximos. Al haber mayor disponibilidad de fosfocreatina en los músculos, se puede entrenar a la máxima intensidad durante un periodo mayor, pudiendo mejorar el rendimiento hasta en un 5% o más. Aunque esto no es tan sencillo como parece, ya que la capacidad de almacenamiento de creatina por el músculo es limitada: unos 20 g por cada kg de tejido muscular. Esto significa que tomar dosis elevadas de suplementos de creatina no serviría para nada, además de que sobrecargaría el riñón en su eliminación, en forma de creatinina.
Por otra parte y en base a lo anterior, si un deportista, debido a su constitución fisiológica, tiene ya unos altos depósitos de creatina en sus músculos, tampoco obtendría ningún beneficio de la suplementación. “Posibles” beneficios de la suplementación con creatina:
• Aumento de las reservas musculares de creatina y fosfocreatina.
• Mejoras en la fuerza explosiva.
• Retraso en la fatiga muscular en acciones repetidas de alta intensidad y corta duración. El agotamiento aparece más tarde en la realización de un sprint.
• Incremento de la fuerza máxima (1RM).
• Incremento de la fuerza submáxima: aumento del número de repeticiones realizadas con el 70% de 1RM. • Incremento de la potencia anaeróbica.
• Aumento de la capacidad para efectuar repeticiones de saltos máximos.
• Indirectamente se puede mejorar el rendimiento en carreras de hasta 1000 metros.
• Pueden mejorarse sus efectos en combinación con carbohidratos de alto índice glucémico y con cafeína.